miércoles, 28 de abril de 2010

Un espejo en tres niveles

Si me vez por la calle tal vez no me reconozcas, soy tan desapercibido en la ciudad, en medio de tanta gente. Como poder distinguir a un muchachito de talla media, de cabello castaño y de grandes ojos marrones cubiertos de ojeras, y por cierto, también algo distraído y confiado. Nada fuera de lo común, creo que a primera impresión te puedo caer mal o es que ni siquiera me hayas notado, no creo atraer mirada, lo sé, a menos que hayas traiga algo extraño encima. Tal vez unos lentes o pintarme el cabello harían de mí alguien atrayente, pero me gusta ser así, casi invisible y solo revelable a quienes se animen a ver lo que hay dentro de mí.

Sí es que solo me conoces, es decir a mi cascara, pensaras en el muchacho aburrido, parco y somnoliento, que lee cientos de libros por puro placer entre clases, odia las fiestas, tiende a la agorafobia y es una coraza insensible. Tal vez sea tu confidente esporádico, el que te prestó dinero sin muchas garantías o te ayudo cuando creíste que nunca te iba a dirigir la palabra, como el bicho raro de reacciones inesperadas; lo que es seguro es que si me conoces así sea un apático misterio, que no haría algo en contra de alguien si es que no se metes con él. Que dirías de mí, que no soy malo, que doy lo mejor de mí, pero no tengo el suficiente carácter para poder dirigir mi mundo y ni siquiera el de los demás.

Si en realidad sabes quién soy, y me conoces como hasta ahora me conocen muy pocos (creo que como tú me conoces a mí), me verás como el soñador empedernido, un enamoradizo de tipos varoniles, bohemios, prohibidos y extraños, que vive en un mundo paralelo al de todos, escribiendo día a día cosas que vive, sueña, imagina o anhela. Que gusta de ser mimado, entrar en confianza, de ser tu amigo, de ser algo más que eso. Que no es directo y hasta un poco truculento y anagrámico, porque oculta en mi timidez el hecho de ser diferente. Que es necio, y miente por piedad o por instinto de supervivencia. Que apuesta a amar sin medidas a quien le demuestra que me ama, apuesta a todo, a ganar a perder, pero nunca calla lo que siente porque se deja llevar fácilmente, pero es intuitivo y eso le hace prudente, y es que es tan rebelde, y a la vez tan dócil. Que tararea canciones cuando se pone triste, porque lo traslada a momentos vividos que gusto recordar. Que no llora mucho, por no decir casi nunca, solo cuando algo hiere su amor propio, o es que han impactado en su coraza. Que quiere ser psiquiatra, para descubrir su ser, saber si en realidad la elección fue la correcta, y también para ayudar a las almas descarriadas en sus males mentales, o en una situación similar a la suya. Que no gusta llamar la atención, porque teme que si se fijan mucho en el, pues sabrán lo que es y el solo quiere que personas como tú se internen en su alma.

Sabrás que en realidad soy un niño tranquilo y cansado, con un perfil de un In-Closet Boy que tiene muchas cosas que hacer entre la universidad y ver las caras de la familia al saber que soy gay aunque no lo parezca, y que disfruta de escribir porque cuando lo hace es su momento de sincerarse, sentir el reflejo desnudo de lo que realmente es, así, y el papel, lápiz o el laptop personal se convierten en un cómplice perfecto. Escribo sobre lo que me pasa, lo que me venga en gana, joder a alguien que vi y me llamó la atención o por reclamarle a la sociedad el por qué el ser gay puede ser tan malo o por qué dice que la mayoría de homosexuales lo son. Escribo más en cuanto más emociones tenga, y no escribo nada, cuando no tengo ganas de mover un dedo. Sabrás que suelo ser tranquilo, sumiso y hasta un poco mongo, como me lo dices en cada momento cuando te demuestro mi amor con un sin sentido o unas palabras inocentes, o cuando te contemplo callado, sin decir nada; pero me puedo transformar en un ogro cuando las cosas no salen como yo quiero, escucho las refutaciones acres de una falsa religión, o la polución propia de la ciudad me invade. Cosas así revelarían al Yo pesimista de cualquiera ¿Verdad? O es que tan solo yo soy sensible por cosas así, no lo sé.

Así soy yo, depende de ti el verme como me quieras ver, quiéreme, ódiame, se mi amigo, mi antagonista, mi amante, mi enemigo, conóceme, desconóceme, pero tenme siempre en tu mente o muéstrame tu falsa indiferencia, para mí viene a ser lo mismo. Léeme, víveme día tras día, y sabrás realmente quién soy. Puedo ser el tipo más común de todos, o siempre tu mejor amigo.

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